Lubricantes a base de agua vs. silicona: diferencias y usos

Usar lubricante no es solo una solución para la sequedad; es una herramienta que mejora la calidad del encuentro íntimo. Reduce la fricción, hace que el movimiento sea más fluido y disminuye la posibilidad de molestias o irritaciones. Pero además, potencia la sensibilidad y puede ser parte del juego previo.

Integrarlo en tus encuentros no significa que algo anda mal, sino que estás buscando una experiencia más cómoda, placentera y segura. De hecho, cuando usas un condón para mayor seguridad y confort en tus encuentros como los Trojan™, el lubricante permite que el preservativo se deslice mejor y se mantenga en su lugar sin riesgo de ruptura.

Ligeros, versátiles y fáciles de usar, los lubricantes a base de agua son una excelente opción para quienes buscan practicidad. Funcionan con todos los condones Trojan™, no dañan los juguetes sexuales y son fáciles de enjuagar. Se absorben naturalmente en la piel, lo que los hace ideales para quienes prefieren una sensación suave y discreta.

También son una buena opción si tienes piel delicada o buscas un producto más neutro. Muchas versiones vienen libres de parabenos y fragancias, lo cual los vuelve más amigables para el cuerpo.

Su única desventaja es que se secan más rápido que otros tipos, especialmente en sesiones largas o en contacto con agua.

Ahora veamos qué ofrecen los lubricantes de silicona, pensados para otro tipo de sensaciones y contextos.

Los lubricantes de silicona son los campeones en duración. Su fórmula más densa no se seca fácilmente, lo que los hace perfectos para sesiones largas, sexo en el agua o cuando buscas un deslizamiento constante y prolongado.

Proporcionan una sensación más intensa al tacto y permanecen en la piel sin necesidad de reaplicación frecuente. Esto los convierte en una opción ideal para quienes quieren olvidarse del frasco durante el encuentro.

Sin embargo, no todo son ventajas: si usas juguetes sexuales de silicona, este tipo de lubricante puede dañar el material. Además, al terminar, necesitarás lavarlo con agua y jabón, ya que no se elimina tan fácilmente como los de agua.

Con ambas opciones sobre la mesa, es momento de ver cara a cara sus diferencias para saber cuál se ajusta mejor a ti.

Ambos lubricantes tienen beneficios muy claros, pero no son intercambiables. Aquí te presentamos sus principales diferencias para que tomes una decisión más informada:

• Textura: los de agua son más ligeros, mientras que los de silicona ofrecen una sensación más sedosa y densa.
• Duración: el de agua se absorbe rápido; el de silicona dura más sin reaplicar.
• Uso con juguetes: el de agua es compatible con todos. Ahora bien, el de silicona no debería usarse con juguetes del mismo material.
• Fácil de lavar: el de agua se limpia con solo enjuagar; el de silicona necesita jabón.
• Ambiente: para sexo en el agua, la silicona gana por lejos.

Con estos puntos en mente, lo mejor es tener ambos y elegir según el tipo de encuentro que se avecina. Placer, comodidad y seguridad no tienen por qué ser excluyentes.

Cómo elegir el lubricante íntimo ideal para ti (y tu pareja)

No hay algo como un “mejor” lubricante, hay uno ideal para cada situación. Por eso, más que pensar en cuál deberías usar, pregúntate: ¿qué quieres sentir hoy? Si buscas fluidez y ligereza, ve por uno a base de agua. Si quieres algo que dure más, sobre todo en juegos largos o en contacto con agua, elige silicona.

Si vas a usar juguetes, asegúrate de que el lubricante sea compatible con el material. Y si tienes piel sensible, opta por versiones sin fragancias ni aditivos innecesarios.

En definitiva, la mejor elección es la que se adapta a ti y a tu pareja. Y si es compatible con condones Trojan™, vas un paso adelante: placer y seguridad sin renunciar a nada.